SGP 30: el revolucionario sensor de semiconductores de óxido metálico

El primer sensor de COV de semiconductores de óxido metálico (SOM) resistente a los siloxanos

Los siloxanos, en los sensores convencionales de semiconductores de óxido metálico (SOM), de bajo peso molecular, se descomponen fácilmente por vía térmica en dióxido de silicio (SiO2) debido a la temperatura de trabajo del elemento sensor. El SiO2 puede provocar la desactivación del catalizador del elemento sensor y, en consecuencia, reducir la resistencia del sensor en el aire, alterar su sensibilidad al gas objetivo y alargar el tiempo de respuesta. Los cambios son irreversibles: la exposición prolongada a los siloxanos inutiliza los sensores.

Existen siloxanos, por ejemplo, en:
• las cubiertas de teléfonos móviles
• los entornos de interiores
• Son el COV más abundante emitido por los humanos (Tang e. a., Environ. Sci. Technol. Left (2015))

La tecnología propietaria de óxido metálico de Sensirion y su plataforma multipíxel proporcionan al SGP30 una incomparable resistencia a los siloxanos, que permite una estabilidad y precisión únicas a largo plazo.

El primer sensor SOM con especificación de precisión

Todos los sensores SGP30 se calibran durante la producción. Solo llegan a manos de los clientes los sensores que cumplen la especificación.

El primer sensor SOM con procesamiento de señal on-chip

El SGP30 contiene cuatro elementos sensores SOM en una unidad que se calienta a la temperatura óptima mediante un microcalefactor regulado por temperatura. Los elementos son sensibles a los COV y al hidrógeno. El sensor mide la concentración total de COV y calcula la concentración de CO2 midiendo la concentración de hidrógeno. Posee un algoritmo de corrección dinámica de punto de referencia integrado. El sensor proporciona los valores de COV y CO2eq a través de un bus I2C.

El SGP30 no mide la concentración de CO2; la calcula a partir de la medición de la concentración de hidrógeno. El aire exhalado por los humanos contiene concentraciones significativas de hidrógeno (aprox. 10 ppm) y CO2 (aprox. 4 %). Los humanos son la única fuente significativa de hidrógeno y CO2 en los entornos de interiores. En ese caso, es posible calcular la concentración de CO2 a partir de la concentración de hidrógeno medida. La correlación hidrógeno/CO2 no es perfecta debido a las variaciones entre individuos, pero sí suficiente para controlar sistemas de ventilación o depuradores de aire.

¿Por qué medir los COV?

El 30 % de los edificios nuevos tienen una deficiente calidad del aire (CAI), el 20 % de los individuos se quejan de dolores agudos o crónicos a causa de la mala CAI (síndrome del edificio enfermo), y los valores elevados de COV ejercen un efecto negativo notable sobre las habilidades cognitivas, como el pensamiento estratégico, la toma de decisiones, etc.

El ministerio de sanidad alemán define los niveles de COVT como se muestra en la tabla inferior. Los niveles de COVT y las correspondientes recomendaciones se basan en los resultados de un gran número de estudios de exposición controlada, que han demostrado la relación entre los niveles altos de COVT y efectos adversos para la salud.

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